Octavio Agustín Sequeiros / + 27 DE ABRIL DE 2008




Octavio Agustín Sequeiros nació en San Salvador de Jujuy el 9 de octubre de 1935 y falleció en La Plata el 27 de abril de 2008. Abogado, profesor en letras, docente universitario tanto en el área de letras como de Derecho, profesor del seminario Arquidiocesano de su ciudad adoptiva; fue un filólogo griego y latino de renombre y cabeza reconocida de un grupo de filólogos de La Plata. Fue también fiscal del crimen y, en esta función, protagonista de muchas causas que adquirieron notoriedad.

Actuó en diversos grupos políticos de orientación nacionalista, como Unión Republicana, el Partido de la Independencia y últimamente en el Modín. En todos los casos en forma desinteresada, sin fanatismo de ninguna índole, con un fuerte sentido crítico y conservando siempre el sentido del humor. Descubrió el uso constructivo de la ironía, tal como la ejercieran Sócrates, Platón, Cervantes e incluso Nuestro Señor Jesucristo y así, con buen humor e ironía, y en una actitud desenfadada y muchas veces pícaramente provocativa, pudo hacer oír verdades que muchos científicos, intelectuales, políticos y pastores hubieran preferido no oír.

Fuimos presentados en 1972 por nuestro común amigo Guido Soaje Ramos y, desde entonces, iniciamos una amistad que con el tiempo se fue profundizando. Fruto de ella, en 1980, junto con otros amigos, fundamos MOENIA y luego, el Instituto de Estudios Filosóficos “Santo Tomás de Aquino”. De allí en más, la profusión de actividades de nuestro grupo (jornadas ético-sociales, seminarios -metafísica y ética-, cursos de griego, nuevas revistas, como CIRCA HUMANA PHILOSOPHIA, cenas de camaradería, ¡y tantas otras cosas!) acentuó entre nosotros una curiosa unidad en la diversidad o diversidad en la unidad.

Es cierto que nadie es imprescindible en este mundo sino Dios, sin el cual no habría mundo, y que a todos los hombres nos espera la muerte, la resurrección y el juicio, para los que nos disponemos cotidianamente. Pero también es cierto, con la intensidad afectiva que confiere la inmediatez, que la muerte de Octavio Agustín Sequeiros ha dejado un vacío irremediable en nuestro instituto y una herida en mi corazón.

Félix Adolfo Lamas